Tuesday, February 16, 2010

V. Meyer Johnson

Teressa se dio vuelta.
Era Meyer, el hijo del granjero.
"Pues..." su mente estaba en blanco y ella paralizada el borde el aljibe.
"Vete" dijo él.
"Es que... Se me cayó un libro" respondió ella.
"No creo que lo recuperes; además, puedes comprarlo en una tienda."
"Este no, ya no se consigue" replicó Teressa.
"Pues lo siento mucho, pero no puedes entrar ahí".
"Pero..."
"Sin peros" Interrumpió Meyer "Si quieres yo puedo buscarlo por ti".
Apenas dijo esas palabras, Teressa supo que estaba en un apuro... O tal vez no.
"Esta bien, pero te avisó que tiene algunas notas mías y te agradecería que todas estuvieran en el libro."
Meyer la miró sorprendido, no creía que lo dejara. La hija de los Abertain tenía fama de ser terca como mula.
Ella se quitó el arnés y se lo dio junto con una linterna. Él tomó ambos y se puso el arnés.
En pocos minutos, ya estaba bajando por el pozo.

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